Maniobras de progresión.

Las maniobras de progresión en una cavidad son muy diversas. Desde las progresiones horizontales sin dificultad que nos posibilitan ir dando un paseo, hasta las más complicadas de paso de nudos en vertical. De menor a mayor complicación se me ocurren las siguientes:

.- Progresión horizontal.-:

Paso por galerías: Generalmente son zonas amplias por donde es posible caminar sin dificultad, aunque a veces sea preciso agacharse un poco. Las sacas podemos llevarlas colgadas a la espalda.

Paso de laminadores: Los laminadores son esos pasos de techo plano y muy bajo que nos obliga a andar a gatas o arrastrándonos. Lo que más sufren en estas ocasiones son las rodillas, por lo que unas buenas rodilleras alivian, que no suprimen, el dolor en ellas.

En estos casos, hay que llevar la saca cogida por el asa de la parte trasera, y en virtud del material que vaya en ella, procurar que los golpes que reciba no sean excesivos. Los laminadores hay que tomarlos con mucha calma y si es posible, hacerlos sin ninguna prisa.

Paso por gateras: Llamamos gateras a pasos muy reducidos donde sólo es posible entrar reptando y que no tienen mucho recorrido. Pueden ser horizontales o inclinadas.

Las horizontales se pueden pasar como se prefiera: boca arriba o boca abajo. Las dos posturas tienen pros y contras. Boca arriba es más fácil reptar con la espalda aunque no se pueda doblar las rodillas, pero es imposible ver por dónde vas. Boca abajo puedes ver el recorrido, pero si la gatera es muy estrecha, entonces no hay manera de moverse. En algunos sitios, es imposible ni boca arriba ni boca abajo, sino que tiene que ser de costado o en plano inclinado, llegando en ocasiones, si es preciso, a convertirse el espeleólogo en un auténtico tetris humano para poder superarlo.

Para poder pasar por la gatera, lo importante es estudiarla bien antes de atacarla, sobre todo, porque hay ocasiones en que pierdes lugares donde poner los pies o las manos para progresar. Lo peor es perder puntos de apoyo para manos y pies.

En el caso de gateras inclinadas hay que intentar ver si son ascendentes o descendentes. Si son de las primeras, hay que entrar de cabeza y boca arriba porque si no después es imposible ajustarse a las curvas de la ascensión. Si son descendentes, como en el Pretubo del Reguerillo, hay que pasarlas boca arriba y con lo pies por delante.

Es conveniente, en todos los casos:

    1. Antes de entrar en una gatera, hay que quitarse todo lo que nos pueda molestar y desabrochar el caso.
    2. El primero o el último no puede ser nunca el que más problemas tenga para superar el paso. De esta forma, se le podrá auxiliar desde ambos lados.
    3. Si intuimos una gatera que da pie a una vertical, hay que ir siempre asegurado.
    4. Llevar una mano adelante y otra atrás para buscar donde apoyarse.
    5. Las sacas será necesario pasárnolas unos a otros porque es imposible progresar con ellas.
    6. En caso de quedarnos bloqueados, no perder la calma para no agotarnos.

Hay una página donde unos compañeros han detallado muy bien cómo salir airoso de una gatera: http://www.cueveros.com/Deporte/Progresion/Gateras/Gateras.htm

Destrepes: Se trata de descensos cortos y no especialmente complicados para los que no necesitamos cuerda para descender. Si son fáciles, se hacen mirando al vacío. Si son un poco complicados, los haremos de lado. Y si vemos que son más complicadas, con una cuerda de seguridad y mirando hacia la pared.

 

.-Progresiones utilizando la técnica de la "solo cuerda".-:

Lo primero que tenemos que tener claro en espeleo es la necesidad de la buena utilización de los aparatos. Mirad despacio en 'el equipo personal' cómo hay que colocarlos

Resaltes: Para superar determinados resaltes, será preciso escalar. Una cueva no es una pared en el exterior, y nuestras botas no son pies de gato. Suele haber mucha humedad y barro por todas partes. Quedan abolidas, por tanto, todas las técnicas de adherencia.

En espeleología la escalada puede ser libre y artificial, es decir, se utilizan recursos naturales, todos los que se puedan, y los recursos artificiales, todos los que sean precisos. Las formas de colocar los seguros son los mismos que en escalada, a base de cordinos, empotradores, clavijas y cintas exprés. El seguro se realizará con cuerda dinámica. En espeleo no hay segundo de la cordada, porque el primero que llegue al objetivo debe montar una cabecera para que los demás suban con las técnicas propias en espeleología. La saca, si es necesario subirla, se subirá una vez que los que estén arriba estén lo suficientemente asegurados.

Progresión por estrecheces: Las estrecheces son esos incómodos pasos por los que da la sensación de las paredes nos encajonan, pero que podemos pasar, fundamentalmente, de pie. En ocasiones son fruto de diaclasas. La progresión por ellas puede ser horizontal o vertical. En las horizontales, sólo deberemos intentar ajustar nuestro cuerpo a las deformaciones de la roca y progresar, sabiendo que hay que valorar si es posible hacerlo llevando colgados todos los aparejos. En las verticales la cosa se puede complicar. En las más sencillas, habrá que progresar por oposición, tanto para descender como para ascender.

Un caso particular de las estrecheces la forman los llamados meandros, que son espacios estrechos donde el suelo se aleja de nosotros. Hay que estudiar en cada caso la conveniencia de superarlos por arriba o por abajo.

Progresión por pasamanos: Lo único que hay que tener en cuenta es que al menos uno de los dos cabos de anclaje estén siempre en la cuerda. Al llegar a un nudo, soltamos uno de ellos y lo pasamos. Seguidamente hacemos lo mismo con el otro. Cuando un paso se nos complique, no nos pongamos colorados por utilizar el estribo anclándolo bien al anclaje, bien por medio de un Prusik si no llegamos a él. Las sacas hay que pasarlas a la espalda.

Paso por tirolina: Si es de descenso, se va de maravilla y sólo hay que tener una cuerda con un mosquetón que nos haga de freno. Si es horizontal, la cosa cuesta bastante más. Y si es en ascenso, puede ser horrible. Una posibilidad es que el espeleólogo traccione de sí mismo a través de un polipasto. Utilizando mucha cuerda conseguiría desmultiplicar por dos la fuerza de su peso. Si la tracción la hace otro espeleólogo colocado arriba, puede montar un ingenioso aparato que le desmultiplique el peso hasta nueve veces, como hemos visto anteriormente. Las sacas se pasarán aparte.

Descenso por la cuerda: Evidentemente la mejor manera de descender por una cuerda es haciendo rápel. Ciertamente hay aparatos que posibilitan el rápel y que son muy seguros. El que más se utiliza en la actualidad es el stop. La manera de colocarlo sobre la cuerda es sencilla:se pasa la cuerda por las poleas y después por lo que llamamos el mosquetón de seguro.

Para descender basta que bajemos la mano que coge la cuerda que sale del mosquetón de freno y esta deslizará. Según vayamos subiendo la mano con la cuerda, aumentará el rozamiento y por tanto el descenso se ralentizará.

Ascenso por cuerdaAscenso por la cuerda: Con un puño y un croll solo hay que colocar el primero por encima del croll. En el puño colocaremos nuestro pedal. Tenemos que tener en cuenta que si no hay peso en la cuerda (en el fondo de un pozo o al principio de superar un fraccionamiento, el croll correrá bastante mal. Por eso, cuando se está en el fondo se puede colocar la cuerda enrrollada o colgar de ella la saca para que ejerza su tiro correspondiente. En los fraccionamientos, se pueden colocar varios mosquetones en la comba. De esta manera, la cuerda correrá algo mejor.

Si en un momento determinado estamos cansados y tenemos la sensación de no poder ya con nuestro cuerpo, podemos colocar una polea (o un mosquetón que haga su efecto) que esté atada por un extremo a nuestro arnés y por el otro al pedal. De esta forma, cada vez que demos una pedalada, con la fuerza de nuestro peso mismo, subimos nuestro cuerpo. La ascensión es mucho más lenta , pero también mucho menos fatigosa.

Paso de desviadores: No tiene ninguna complicación ni en la bajada ni en la subida. Al llegar a él, con el cabo largo de anclaje nos cogemos al mosquetón para evitar tener que hacer fuerza en la maniobra. Soltamos el mosquetón de la cuerda y lo pasamos por delante o por detrás de los aparatos de descenso o ascenso, soltamos el cabo de anclaje nuestro y seguimos con la progresión.

Paso de fraccionamientos: El paso de fraccionamientos habremos de hacerlo en dos sentidos, lógicamente: en ascenso y en descenso.

EN EL DESCENSO: Al llegar al fraccionamiento nos anclamos a él por medio del cabo corto de anclaje. Continuamos bajando hasta quedar colgados de él. El descendedor ya no tiene carga. Lo soltamos y lo ponemos por debajo del fraccionamiento. Colocamos un nudo de fuga para bloquearlo. Después nos incorporamos hacia el anclaje utilizando el pedal cogido a él o un resalte de la roca. Soltamos el cabo de anclaje y continuamos bajando.

EN EL ASCENSO: Al llegar al fraccionamiento, nos anclamos con el cabo largo y según estamos así, de pie sobre el pedal, quitamos el croll y lo anclamos en la cuerda de subida, tensándolo lo más posible. Después quitamos el puño donde va el pedal y lo colocamos en la cuerda de ascenso. La razón de pasar primero el croll es porque en muchas ocasiones la cuerda de ascenso no se encuentra en la vertical de nuestra progresión. Si pasamos primero el puño y nos izamos sobre el pedal, podemos bascular y quedarnos en una posición incómoda para la maniobra de quitar el croll. Hay que recordar que un fraccionamiento no tiene que suponernos un esfuerzo excesivo. En ocasiones, el fraccionamiento estará en un lugar donde no tengamos pared para mantener nuestra verticalidad. Entonces puede resultar agotador intentar mantener esta a base de fuerza con los brazos. Es mejor solución la de pasar el pie por delante del pedal, enganchándolo por el talón. De esta forma, al ponernos de pie, seguiremos en posición vertical y tendremos menos dificultad para hacer el fraccionamiento. Sólo una advertencia de algo que muchas veces ocurre: cuidado al colocar el croll, no se ponga al revés, pensando que la cuerda de ascenso es la que va de la comba al fraccionamiento.

Paso de nudos: La manera de pasar los nudos es exactamente igual que en el caso de los fraccionamientos, pero con una salvedad importante: no estamos sujetos a ningún anclaje. Por eso sería importante, antes de nada, colocar el puño en el segmento superior, para que así tengamos siempre, cuando menos, dos puntos de seguro. (esto de los dos puntos permanentes de seguro es una de las reglas de oro a no olvidar nunca).

Péndulos: Para realizar un péndulo no hay más tomar impulso sobre la pared para llegar al punto deseado. En caso de no poder, el primero que baje será el que guíe la cuerda cuando el segundo haya llegado al lugar adecuado. Una vez en el lugar deseado, el espeleólogo debe montar un anclaje, bien como desviador, bien como fraccionamiento, según los casos. Con todo, es importante tener una serie de precauciones:

  • Vigilar que la cuerda no roce por encima de nosotros al realizar el desplazamiento.
  • Considerar la posibilidad (nada rara) de que no alcancemos el lugar deseado en el primer intento, lo que provocaría un rápido regreso a la vertical y un golpe violento contra la pared.

Para la realización de la maniobra puede utilizarse un artilugio llamado uña y que no es sino un gancho con el que agarrarse al punto de destino.

Todo esto que tiene que ver con cuerdas y verticales, nudos, sistemas de ascenso y descenso, etc., deberíamos de entrenarlo de vez en cuando por dos razones: una para estar absolutamente seguros a la hora de tener que realizar una determinada técnica en situaciones reales en una cavidad; y dos, porque así unificaríamos criterios y aprenderíamos muchas más cosas juntos.

 

 
Prinicipios básicos
Lista de Federaciones
El equipo necesario
Material individual
El equipo colectivo
Iniciación a la práctica de la espeleología
Nudos
Instalaciones
Maniobras de progresión
Antes de entrar
Disfrutando de la exploración
... y al salir...