Sima de la Tranquilidad.

El día 9 de Agosto, mientras se sigue realizando el curso, dos miembros del equipo acompañados por uno de los arrieros se dirigen al Lugar Tranquilo con el objetivo de ver una sima que nos han comentado. Se hace una primera incursión y se instalan tres pozos. Se encuentran restos cerámicos y óseos en el interior de la sima.

El 11 de Agosto nos dirigimos a la sima de La Tranquilidad, que así es como la hemos llamado por el sitio en el que se encuentra con intención de estudiar los restos encontrados y topografiar la cavidad.

El día se presenta lluvioso. Se tarda en llegar cerca de dos horas avanzando con las caballerías. Cuando llegamos a la boca instalamos una lona de rafia con el fin de podernos cambiar protegidos de la lluvia.

La entrada se realiza por un p10 que nos lleva a una sala no demasiado grande. En ella encontramos algunos restos óseos de interés. Se trata de una pelvis de 38,5 cm de largo totalmente calcificada y un hueso corto y robusto de 18 cm. No sabemos a qué animal podría corresponder, pero sin duda se trata de alguno de gran tamaño. Encontramos también una mandíbula de carnívoro que tampoco sabemos si pertenece al mismo animal, pero que así mismo llama la atención por su tamaño.

En la misma sala encontramos algún resto cerámico muy fragmentado. Entre unas piedras, por el lado izquierdo, se advierte el paso a una pequeña salita que conecta con una gatera que se dirige hacia la parte inferior de la sala, pero no continuamos ese camino por falta de tiempo.

Un nuevo pozo de 8 m nos sitúa en una rampa que conecta con otro pozo de 19. En la rampa aparece un aporte de agua del exterior que evacua justo por el p 19 por el que tenemos que progresar. Se buscó una instalación alternativa pero las malas condiciones de la roca nos impidieron poder colocar la progresión fuera del curso de agua, por lo que no hubo más remedio que mojarse.

Al fondo del p 19 hallamos los restos humanos de una persona. El alto grado de humedad de la cavidad hacía que estuviese muy deteriorado, por lo que se hacía difícil su recuperación total. Por eso, el técnico del museo que nos acompañaba decidió no rescatar más que los huesos largos que presentaban una mejor situación, decidiendo dejar el resto en el sitio. Parece que los restos habían sido depositados allí por alguien dado el paralelismo simétrico que presentaban los fémures. También encontramos pequeños trozos fragmentados de algo que parecía ser carbón pero que está por determinar.

Desde este lugar encontramos una rampa que tiene una ventana a 6 metros de altura. Realizamos la trepada y nos encontramos con un pequeño pozo de 4 m. Debajo del paso por el que se accede a este pozo descubrimos más restos humanos, aunque parcialmente enterrados. Al encontrarse así y ser necesario excavar para su recuperación, de decide que no se toca y se dejan tal y como los encontramos.

En esta misma sala encontramos un p 11 que se baja para topografiar. Da a una pequeña salita por la que se empalma con un meandro que ya no exploramos por falta de tiempo.

En la cavidad se realiza la topografía y la dejamos para continuar la exploración en una nueva ocasión. En este tipo de salidas es importante volver al pueblo antes de que caiga la noche por el uso de las caballerías, por lo que actividades muy largas requieren de varios días. Habrá que volver a la Sima de la Tranquilidad en otra ocasión y dedicarla cuando menos dos días.

Así lo hacemos los días 5 y 6 de Septiembre del 2011. El día 5 subimos hasta el Lugar Tranquilo y montamos el campamento donde poder dormir. Descendemos el camino hasta la cueva y la instalamos. Se hacen dos equipos. El primero va instalando la cavidad y el segundo va reasegurando la instalación de punta. Todos los restos hallados en el 2009 permanecen intactos. Salimos de la sima y dormimos, a algo más de una hora de ascenso, en el lugar en el que habíamos ubicado el campamento.

A la mañana siguiente volvemos a la cavidad. Volvemos hacer dos equipos, uno irá topografiando las galerías encontradas el año anterior y los pozos por los que transcurre la poligonal y otro grupo explorará otras posibles galerías.

En cuanto a la exploración de la poligonal, bajamos hasta los –66 m y detectamos que ya no hay restos de enterramiento, por lo que se aprovecha lo que se puede el tiempo y no se desciende más.

En el otro grupo, descubrimos en la primera sala que hay un conducto que nos lleva a una salita de la que parte un nuevo pozo que es preciso equipar para poder bajarlo, pero no disponemos de cuerdas, por lo que queda pendiente para futuras exploraciones.

De la mismo manera, en el hueco del resalte donde habíamos encontrado el segundo cuerpo en 2009, descubrimos un pequeño meandro que conduce a un nuevo pozo que tampoco podemos explorar ya por falta de tiempo. En el meandro se aprecia un cráneo que suponemos debe ser del mismo individuo cuyo cuerpo habíamos encontrado medio enterrado en el 2009.

Será necesario, por tanto, volver en alguna ocasión a la Sima de la Tranquilidad a terminar de explorar estos dos nuevos pozos.

No obstante, la exploración resultó fecunda en cuanto al análisis de los huesos del cuerpo que había sido encontrado en la exploración anterior bajo el pozo de 20. Un estudio mucho más pormenorizado de los restos nos han dado como resultado algunos aspectos interesantes. El primero, que en torno al cuerpo hay varios restos de luminarias que se disponen en semicírculo y que fueron confeccionados con madera y algún tipo de sustancia oleaginosa que ha hecho que perduren a la humedad.

En segundo lugar, pudimos observar que por la posición de los huesos podíamos deducir cosas de lo más curiosas.

Datos técnicos de la cavidad:

COORDENADAS:

•  X: 191651

•  Y: 9252599

•  Z: 2.981 m.

•  ZONA: 18S

•  DATUM: WGS84

FICHA TÉCNICA:

Topografía de planta

Topografía de alzado