Sorbas (Almería)

 

Cueva de Basconcillos

- Agosto de 2002-

Situación Basconcillos del Tozo (Burgos)
Distancia de aproximación a pie 10'
Desarrollo 3.310 m.
Desnivel - 38 mp.
Coordenadas topográficas
Basconcillos
Hoya de los Caracoles
'Grandes Travesías' GPS EspeleoKandil. Datum Europeo 1979 'Grandes Travesías'
X: 419.100

Y: 4.729.370

Z: 920 m.

X: 419.168

Y: 4.729.462

X: 419.950

Y: 4.729.670

Z: 958

Desde el mismo pueblo de Basconcillos del Tozo, se toma la carretera nacional en dirección a Aguilar de Campoo. A unos 500 m. del pueblo se cruza un puente bajo el que discurre el arroyo Mundilla. Siguiendo el curso de este por un ancho camino paralelo a él, se llega a una valla electrificada de esas para ganado que tiene una puerta fácil de franquear. Dejamos allí el coche y pasando por ella, seguimos entre el arroyo y unos cortados hasta llegar a la entrada de la cueva, por cuya boca se sume el arroyo.

Para llegar a la Hoya de los Caracoles o de Barrio Pañizares, se ha de tomar, desde Basconcillos del Tozo, una carretera comarcal en dirección a Valdeajos y Prádanos del Tozo. A 1 km. aproximadamente se deja un cruce a la derecha en dirección a Hoyos del Tozo. Tras este, se pasa próximo a una cantera y se deja a la izquierda la depresión denominada Hoya de las Ánimas. A medio kilómetro del cruce, y tras una curva de la carretera se llega al punto donde es fácil acceder a la Hoya de los Caracoles, cuya boca de entrada se sitúa en el extremo opuesto a un gran puente de roca.

Siguiendo por la misma carretera, se puede acceder a barrio de Pañizares, aldea deshabitada donde resurgen las aguas del Arroyo Mundilla, dando origen al río Rudrón.

Desde este punto, y subiendo por el valle ciego en dirección al mencionado puente de roca, se llega a la cueva de los Moros, resurgencia ocasional del sistema al que no se haya conectado.

En caso de no disponer más que de un solo coche, es preferible dejarlo en Basconcillos del Tozo, entrar por el sumidero y salir por la Hoya de los Caracoles, volviendo a pie por la carretera. Otra alternativa, dado que la travesía no es excesivamente larga, es la de dejar el coche en la entrada del sumidero del río y hacer el recorrido de la travesía en los dos sentidos, volviendo a salir por el mismo sitio.

Se trata de una travesía corta, sin formaciones que destaquen por su belleza y sin dificultad técnica, pero en cambio muy atrayente por la magnitud de sus galerías y por tratarse de un sistema que discurre, en su gran parte, siguiendo el curso de agua activo.

La boca de entrada es de grandes dimensiones. En época de estiaje, la entrada puede resultar confusa, dado que el arroyo se sume por la parte izquierda de la gran boca de entrada. Si seguimos su curso, encontramos una pequeña sala donde a mano izquierda parten algunas galerías sin aparente continuación y un sumidero, entre troncos, por donde desaparece el arroyo. La entrada a la cavidad se realiza por la zona derecha de la entrada. En época de crecidas, se percibe que el agua discurre por su paso. Tras la impresionante boca de entrada de la Cueva de Basconcillos, a través de una zona de techo bajo, se llega a la gran sala de Basconcillos (105x98 m) en cuyo lateral izquierdo se adivina el cauce del río. Por la sala se avanza entre depósitos de arena y cantos, señal de que en épocas de crecida el río la inunda. Siguiendo hacia el fondo, en la zona de la derecha, llegamos a la Galería Mundilla pasando por una zona caótica con grandes bloques, entre los que aparecen atrapados troncos de árboles que han sido arrastrados por el río. Tras un pequeño caos de bloque donde hay que pasar agachados, por un ligero destrepe, a mano izquierda se llega a la Galería Mundilla, de 450 m de recorrido y de grandes secciones. Curso activo

El río, que vuelve a aparecer, inunda por completo la Galería, que se hace algo más estrecha en la zona denominada el Cañón. En ella se ha de vadear, con el agua al pecho, numerosos tramos durante unos escasos 100 m (en algunos puntos, con aguas altas, será preciso nadar, por lo que se recomienda en esos casos el uso de un bote).

Al llegar a la sala de las Animas, el río se sume por la izquierda. En esta sala se puede proseguir, bien por el nivel inferior, en donde de nuevo se llega al río, que forma al inicio un remanso con aguas profundas, o bien ascender por una gran rampa de piedras y arcillas hasta los niveles fósiles superiores de la Galería de las Dunas. Si tomamos la última opción será necesario realizar una fácil escalada de 4-5 m por la parte izquierda, en una zona alterada y algo arcillosa. El conducto al que se accede no se ve desde abajo, iniciándose la trepada a mitad de la rampa, al comienzo de la zona donde la galería toma altura. Una vez arriba hay una vía que da acceso a una red de tubos freáticos estrechos por los que se ha de cruzar reptando. Al final, un destrepe nos lleva de nuevo a las amplias galerías con el suelo cubierto de arena fina, Galería de las Dunas. En ella, dos conductos descendentes conducen a las galerías activas. Se recomienda acceder por la segunda de ellas que conducen sin pérdida a unos tubos desarrollados a favor del eje de un pliegue anticlinal, que es claramente visible en la Galería Anticlinal. Al final de ella, unos destrepes entre bloques nos llevan de nuevo al río, por unas cómodas galerías que dan al Sifón Terminal en donde puede verse en ocasiones la fuerza con la que irrumpe el agua, pudiendo llegar a inundarla y dejar, testigo de ello, grandes bolsadas de burbujas que incluso pueden tapizar el techo a una altura superior a los 2 m.

De nuevo en la Galería de las Dunas, se sale al Exterior por una empinada rampa, a través de la gaterosa boca de salida de la Hoya de los Caracoles.

No se necesita material de progresión vertical. En el Cañón, puede optarse por el uso de un bote. De esta forma se evitará mojarse más allá de la cintura e incluso nadar, según el nivel del agua. En época seca, es posible pasar la travesía con traje de neopreno (la temperatura del agua es bastante baja incluso en verano), llegando en algunos casos a mojarse hasta el pecho.

Aunque se trata de una cómoda y fácil travesía, se debe prestar atención al tema del agua, en especial en el Cañón. No se debe olvidar que por la boca de Basconcillos se sume un arroyo, por lo que, en épocas de crecidas, todo el curso activo adquiere una dimensión totalmente distinta y que entraña cierto riesgo. La cavidad no presenta excesivas formaciones no destacándose por su gran belleza, pero es un buen lugar donde iniciarse a las travesía con cursos activos de agua.

Cueva de Basconcillos
Cueva de Fuentemolinos